En este mirar atrás sentirme poderosa, libre, creativa, valorada, decidida, confiada, escuchada, valiente y exitosa fue jugando en la calle, porque allí no había límites para la acción y expresión creativa. En el escenario familiar sin embargo quedé agotada en el intento de expresarme tal y como era, recibiendo rechazo, desvalorización e indiferencia y aprendo que si me quedo callada soy aceptada (mis padres lo hicieron como mejor supieron). Muda y sin voz decido apartarme y refugiarme en el arte multidisciplinar. Empiezo formación en escuelas privadas en diferentes y diversas disciplinas artísticas. Colaboro en proyectos de fotografía pintura, teatro y poesía. Emprendo un proyecto de hacer separadores de libros personalizados con el nombre de la persona y ahí descubro mi peculiaridad de canalizar a través del nombre. Intuitivamente me venían aspectos de la personalidad de la persona mientras dibujaba cada letra de su nombre. Posteriormente verificaba con la persona la información resultando ser cierta. Esto pasó repetidas veces con otros proyectos relacionados con el dibujo, pero no hice caso.